viernes, 8 de febrero de 2013

Al margen de su historia la isla Izaro es protagonista en otra historia diferente.

La isla de Izaro, es protagonista de una preciosa leyenda. Cuenta esta que en el convento franciscano que coronaba la isla vivían una veintena de frailes con fama de austeros y fieles cumplidores de las normas de su congregación. Pues bien, uno de los monjes más jóvenes de aquel convento se enamoró de una muchacha de Bermeo y cada noche cruzaba a nado el trozo de mar que separaba la isla de la costa, para reunirse con su amada, gracias a que ella, cuando su familia se acostaba, prendía una lámpara que colocaba en un lugar visible para que le sirviera de referencia al joven fraile.

De esa manera se encontraban hasta que un familiar de la joven les descubrió y una noche cambió la lampara de lugar, llevándola a una zona plagada de riscos donde las olas se estrellan con fuerza contra la costa. El joven franciscano, que nada sospechaba, se lanzó al mar como cada noche. Cuando se dió cuenta ya era demasiado tarde y las olas le arrastraron contra las rocas, encontrando la muerte. Al día siguiente su cuerpo fue hallado devorado por las gaviotas.

No se sabe con certeza si después, como en el mito helénico de Hero y Leandro, la joven no pudo superar la muerte de su amado y se quitó la vida arrojandose al mar, reuniéndose con él para toda la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario